4.- CASTIDAD, VIRTUD PARA JOVENES REBELDES

Eduardo Verastegui 4En mi artículo anterior escribí como la idea de que los adolescentes tienen un cerebro tan inmaduro que no pueden controlar sus fuertes impulsos y que por lo tanto no pueden guardar la castidad, es un mito que empieza a derrumbarse. Cité expertos, fuentes y fechas –yo no me invento nada-. También señalé como hay sociedades actuales, con cultura diferente de la nuestra, donde no se conoce la crisis sexual de la adolescencia y en alguna de ellas ni siquiera existe la palabra adolescente. Hoy puedo añadir que los estudios de larga duración hechos en Harvard, en los años ochenta, mostraron (Education Week, 4.-4-2007) que esa crisis moral de la adolescencia, en una sociedad donde antes no existía tal crisis, aparecía a los pocos años de adoptar el sistema escolar occidental y recibir el impacto de los medios de comunicación occidental. ¿Triste, verdad? Son los países desarrollados occidentales los máximos exportadores de podredumbre moral.

Ya dije que la castidad es el único tabú sexual de nuestra anticultura “progre”. Hay rechazo a mostrar su altísimo valor para la felicidad humana. De vez en cuando, hay valientes que sí lo hacen. Son jóvenes rebeldes contra la mentalidad imperante que presume de progresista y sólo progresa en desgracias personales y sociales. Así Wendy Shalit, judía norteamericana, licenciada en filosofía, que a los 23 años tuvo el valor de publicar una inteligente y a veces divertida defensa de la castidad: A Return to Modesty. Discovering the Lost Virtud (The Free Press, N.York, 1999). También otra joven, Dawn Eden, también judía aunque conversa al catolicismo, ha saltado a la palestra con su libro The Thrill of the Chaste. Finding Fulfillment While Keeping Your Clothes on (Thomas Nelson Press) traducido al español, por la misma editorial con el nombre de La aventura de la castidad. Otra rebelde contra la estupidez sexual imperante.

azucena_w_copyWendy fue siempre judía practicante. Defendió lo que vivía desde siempre. La vida de Dawn, como critica de rock, antes de su conversión, no era precisamente un modelo de nada. La castidad y el amor y fidelidad matrimonial fueron descubrimientos posteriores al hallazgo de la fe cristiana. Pero ambas hacen, además de una encendida defensa del pudor y de la castidad, una crítica lúcida de los errores de la liberación sexual, apuntando a lo más importante: la incapacidad del sexo “libre” y “seguro”, ya sea fuerte o light, para encontrar la felicidad, porque a la corta o a la larga producen hastío y un hondo vacío interior, cierran el camino a los valores espirituales, a los ideales altruistas y al amor personal, fuerte y duradero. Señalan también como son una de las causas de la anorexia, bulimia, depresión, drogas, etc., tan frecuentes en las que practican el sexo “desinhibido”. Ellas, como otras muchas personas sabias, conocen como la castidad da alas y el sexo libre las corta; como el amor matrimonial potencia y dignifica el sexo y como, en cambio, el sexo libre enturbia la vida sentimental y no lleva ni al amor ni a la felicidad.

Wendy critica el error de considerar el sexo como una asignatura más, como las matemáticas o el deporte. No cree en sexólogos ni en sexólogas. Tampoco a Dawn, a pesar de sus experiencias pasadas, se le ocurre dar clases de sexología. Ambas creen en el amor que la naturaleza, y la experiencia de siglos de muchas culturas, ha mostrado como bueno: castidad con continencia sexual antes del matrimonio; castidad y fidelidad en el matrimonio con amor personal, conyugal, duradero hasta la muerte. Es la misma experiencia de otras muchas personas, que siempre vivieron la castidad o que llegaron a ella de vuelta del libertinaje.

Ioven leyendoEn cuanto a que la abstinencia sexual es imposible en los jóvenes, está la experiencia de Uganda y después de otros países africanos. Hartos de ver como el “sexo seguro” enseñado por los funcionarios de las Naciones Unidas les llenaba de Sida y de otro montón de vidas desgraciadas, cambiaron de campaña enseñando continencia sexual antes del matrimonio y fidelidad sexual en el matrimonio y el éxito no se hizo esperar: redujeron el Sida a sólo un 4%.

Si las Naciones Unidas quisieran…, si su UNICEF y su Fondo de Población quisieran…, pero no quieren enseñar una correcta educación de la afectividad, incluyendo la castidad sexual. Les pagan para lo contrario. Si quisieran, en pocos años veríamos disminuir muchos de los males que ahora crecen abrumadoramente en nuestros países.*

Esta entrada fue publicada en Mi firma y etiquetada , , , . Guarda el enlace permanente.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s